A menudo los padres me piden que recomiende estrategias que puedan implementar en casa para apoyar el desarrollo de su hijo. Tres estrategias me vienen a la mente que son fáciles de aplicar en casa, apoyan el cerebro en desarrollo, establecen límites apropiados y crean una atmósfera pacífica.

Pensando en voz alta

Pensar en voz alta es un consejo sencillo que ayuda a los niños a adquirir habilidades de comunicación y resolución de problemas, además de mayor confianza. Ajustable para cualquier nivel de edad, usted puede modelar el pensamiento crítico y la comunicación adecuada en tiempo real. Por ejemplo, la próxima vez que vaya al supermercado, puede explicarle a su hijo una lista breve de los artículos que planea comprar y solicitar su ayuda para recordar y encontrar los artículos. Durante un sábado, por la mañana, puede presentar opciones de cosas para hacer ese fin de semana y solicitar comentarios relativos a lo que quieran hacer. Asimismo, simplemente hablando todo el tiempo tanto como sea posible haciendo preguntas sobre lo que está sucediendo en el momento, lo que sucedió antes y lo que podría suceder en el futuro cercano, puede involucrar el cerebro de un niño de una manera que soporte la integración y el compromiso con otras personas y el entorno. Ser lo más verbal posible mientras modela las habilidades de pensamiento es una manera fácil y excelente de apoyar el desarrollo de su hijo.

Conectar y redirigir

La siguiente estrategia proviene del libro “The Whole Brain Child”  de Daniel Siegel, PhD. Cuando un niño se siente frustrado, molesto o tiene un conflicto, como padres podemos inclinarnos hacia redirigir rápidamente a nuestro hijo, esperando que cumpla con lo que les pedimos que hicieran en el momento preciso. Si bien esto es completamente comprensible, según el Dr. Siegel conectarse primero y validar la emoción del niño, puede ser más efectivo. Al darles un abrazo y decir algo sencillo como “a veces es difícil, ¿verdad?”, puede darles validez al conectarse con el hemisferio derecho de su cerebro, que probablemente es el más dominante en ese momento. Después de validar su experiencia y emociones actuales, el niño se encuentra en un estado mucho más receptivo para ser redirigido con calma. Esto, entonces, sería un momento más apropiado para replantear una expectativa ya que estarán más listos para seguir adelante. Todo este proceso puede transcurrir en tan solo 5 minutos y le permite al niño sentirse escuchado y comprendido mientras se le enseña límites apropiados.

Mantener conversaciones de padres para los padres

Finalmente, una manera de mantener una atmósfera pacífica en el hogar es recordar abordar discusiones y conversaciones difíciles entre padres, guardadas para un momento en que los niños no están presentes. A veces puede ser difícil, pero con la práctica, puede reducir el estrés y la ansiedad en el hogar. Al elegir, como adultos, desconectarse del conflicto hasta que estemos tranquilos y guardar conversaciones para más adelante, permitimos que los niños estén libres de la preocupación de los problemas de los adultos. Cuando se les expone a conflictos y desacuerdos constantes, el estrés crónico puede manifestarse y crear una serie de problemas que no son necesarios o apropiados para niños. Al dejar que los niños sean niños y al guardar las conversaciones de adultos para más adelante, puede ayudar a su hijo a liberar más espacio mental para cosas como la imaginación, la creatividad y el juego, lo que respalda su desarrollo de una manera positiva.

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